Los condensadores atmosféricos emplean la circulación natural del aire para disipar el calor, requiriendo únicamente una bomba destinada a la recirculación del agua en la pileta. La presión del sistema de refrigeración se controla ajustando el caudal de agua que atraviesa el condensador.
Una ventaja significativa de este tipo de equipos es la facilidad de acceso para la limpieza de los tubos, gracias a su configuración constructiva que proporciona amplios espacios para mantenimiento. Asimismo, al incorporar solo una bomba en su operación, el consumo energético y los requerimientos de mantenimiento se mantienen en niveles mínimos.
No obstante, como en todo sistema de condensación por agua, es indispensable realizar limpiezas periódicas o aplicar tratamientos químicos apropiados para prevenir la acumulación de sarro y asegurar la eficiencia operativa del sistema.

Se fabrican con un conjunto de tuberías distribuidas en paquetes diseñados para facilitar el acceso durante las tareas de mantenimiento. Además, incorporan un cabezal de aspersores interconectado a una bomba de recirculación, la cual, en algunos sistemas, también se emplea para el enfriamiento de las cabezas del compresor de refrigeración.